Biden no le asignó a Harris el cargo de “zar fronteriza” ni la responsabilidad de supervisar la política fronteriza, a pesar de lo que sugiere la campaña de Trump. Los republicanos, en su esfuerzo por atacar a la vicepresidenta Kamala Harris, la han señalado como responsable del aumento en la inmigración hacia EE.UU. en los últimos años. Sin embargo, un análisis más detallado revela un panorama más complejo.
La campaña de Trump ha intentado responsabilizar a Harris por la situación migratoria al presentarla como la encargada de gestionar la frontera entre EE.UU. y México. No obstante, Biden no le otorgó ese papel, ni la supervisión de las políticas de aplicación de la ley en la frontera. Su rol, en cambio, ha estado más centrado en mitigar el impacto del récord histórico de migrantes a nivel mundial.
Durante los primeros años de la administración Biden, la cifra de migrantes en la frontera sur alcanzó niveles sin precedentes, pero recientemente los cruces han disminuido a sus niveles más bajos desde que Biden y Harris asumieron el cargo. Aunque las primeras acciones de Harris fueron criticadas por ser ineficaces, especialmente cuando no visitó la frontera, sus esfuerzos por mejorar las condiciones económicas en Centroamérica tuvieron algunos logros.
Harris trabajó para atraer inversiones a la región, convenciendo a empresas internacionales de crear empleos en países como Guatemala. Reunió a líderes empresariales y ayudó a recaudar más de 5 mil millones de dólares, generando aproximadamente 30 mil empleos, con otros 60 mil en proyecto. Sin embargo, algunos críticos argumentan que su enfoque en el Triángulo Norte de Centroamérica fue limitado, dado que la migración desde otros países como Haití y Venezuela ha aumentado.
Los esfuerzos de Harris también incluyeron presionar a los gobiernos centroamericanos para establecer programas que permitieran a los refugiados solicitar protección en la región. A pesar de estos esfuerzos, algunos analistas consideran que el enfoque fue insuficiente para abordar la magnitud del problema migratorio.
En contraste con el enfoque de Harris, durante su mandato como vicepresidente, Biden también abordó problemas económicos en Centroamérica, recaudando ayuda para una región con un legado complejo de intervención estadounidense. Sin embargo, las inversiones en la región no siempre lograron reducir la migración, y algunas iniciativas fueron mal gestionadas.
Harris enfrentó críticas tanto de republicanos como de progresistas, quienes cuestionaron su papel y sus resultados. Aunque su trabajo incluyó esfuerzos significativos para mejorar la situación económica en Centroamérica, algunos argumentan que no ha logrado abordar eficazmente las causas fundamentales de la migración.
En respuesta a las críticas de Trump, Harris destacó durante un mitin en Georgia que Trump bloqueó una ley bipartidista destinada a frenar la inmigración ilegal, acusándolo de no cumplir con sus promesas de proteger la frontera.
