El regreso de Donald Trump a la campaña por la presidencia de Estados Unidos, una semana después de ser blanco de un atentado, estuvo cargado de mensajes hacia México.
Ante preocupaciones sobre una posible revisión o revocación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, el candidato republicano aseguró ante 12 mil seguidores que «no se debe renegociar el T-MEC» y destacó que el acuerdo comercial entre las tres naciones es positivo.
Esta postura coincide con la del gobierno de Claudia Sheinbaum, ya que Marcelo Ebrard, futuro titular de la Secretaría de Economía (SE), declaró esta semana que México buscará revisar “las menos partes posibles” del T-MEC porque “está funcionando” y ha sido exitoso para los tres países.
Por otra parte, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en su plan de deportación masiva y aseguró que «los criminales no entrarán más a EU», refiriéndose a los migrantes venezolanos y salvadoreños.
Además, afirmó que Andrés Manuel López Obrador «ya no es el presidente de México». También mencionó que el entonces canciller de México, Marcelo Ebrard, debía llevar a consultas las propuestas y luego regresó diciendo: «Señor presidente, nos encantaría darle soldados para proteger su muro, libre de impuestos, por supuesto». Añadió: «Nos dieron todo. Gané. Conseguí todo de México».
Minutos después, el exsecretario de Relaciones Exteriores de México respondió: «Cuando te insultan en campaña, como acaba de hacerlo el expresidente Trump, siempre hay un propósito electoral: ganar adeptos».