Después de un prolongado período de incertidumbre, el aeropuerto internacional de Haití en Puerto Príncipe ha retomado sus operaciones, marcando un hito crucial tras casi tres meses de cierre debido a la violencia desatada por pandillas.
El primer signo de reanudación de los servicios aéreos fue un vuelo comercial que partió de la capital el lunes con destino a Miami, Florida, y se espera que sea seguido por más vuelos en los próximos días.
Para los habitantes de Haití, esta reapertura representa la posibilidad de recibir suministros esenciales, como medicamentos, que han sido escasos durante este período de crisis. Además, ofrece una vía de escape para los extranjeros atrapados en el país, que han enfrentado dificultades para abandonar el territorio debido a la situación prevaleciente.
Sin embargo, a pesar de este avance, las pandillas aún mantienen un control significativo sobre partes de la capital, y el principal puerto marítimo del país sigue inoperativo.
El vuelo inaugural, gestionado por la aerolínea haitiana Sunrise Airways en colaboración con la compañía chárter World Atlantic con sede en Florida, no estuvo exento de desafíos. Se informó de un retraso de casi dos horas y los pasajeros se quejaron del mal olor dentro de la aeronave.
A pesar de tales contratiempos, para los residentes locales la reapertura del aeropuerto representa un rayo de esperanza en medio de la adversidad. Rosemond Desire, quien ha vivido en una tienda de campaña durante más de tres meses debido a la imposibilidad de viajar, expresó su alivio ante esta oportunidad de movilizarse nuevamente.
Hasta la fecha, el único aeropuerto en funcionamiento en Haití estaba ubicado en la ciudad norteña de Cabo Haitiano, lo que dificultaba el acceso para muchos ciudadanos debido a la violencia persistente en la capital y sus alrededores.
Se estima que las aerolíneas estadounidenses no reanudarán sus servicios hacia Puerto Príncipe hasta finales de mayo o principios de junio, dada la situación de seguridad inestable.
Las bandas armadas han estado llevando a cabo ataques coordinados, inicialmente exigiendo la dimisión del entonces Primer Ministro Ariel Henry, quien finalmente accedió a dimitir en marzo. En su lugar, un consejo de transición compuesto por nueve miembros, siete de los cuales tienen poder de voto, asumió el liderazgo del país, con el ministro de Finanzas de Henry, Michel Patrick Boisvert, actuando como primer ministro interino.
Ante la creciente crisis humanitaria y la inestabilidad política en Haití, se espera que un grupo de trabajo internacional liderado por policías de Kenia desplegados en el país pueda brindar apoyo al consejo de transición en sus esfuerzos por restaurar la estabilidad y el orden en la nación caribeña.