El Instituto Nacional Electoral (INE) ha notificado formalmente al Partido de la Revolución Democrática (PRD) su ingreso a un periodo de precaución, como resultado de no alcanzar el umbral mínimo del 3% de votos válidos en las elecciones federales del pasado 2 de junio. Esta etapa inicial es el inicio de un posible proceso de liquidación conforme a la legislación vigente.
De acuerdo con el artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos, esta fase de precaución se activa cuando un partido no cumple con los requisitos mínimos de votación para conservar su registro como partido político nacional. Los procedimientos están regulados por los artículos del 382 Bis al 398 del Reglamento de Fiscalización, que delinean los pasos hacia la liquidación, incluyendo las etapas de precaución y, potencialmente, de liquidación.
Durante este período crítico, el PRD está obligado a adherirse a normativas estrictas para gestionar su situación financiera. Entre las restricciones, el partido no puede efectuar pagos a proveedores, establecer nuevos contratos o vender activos. Asimismo, todas las actividades deben enfocarse exclusivamente en la recuperación de cuentas y la liquidación de su patrimonio.
La Comisión de Fiscalización del INE será responsable de designar a un interventor en los próximos días, quien supervisará el cumplimiento de estas medidas y preparará al partido para una eventual disolución, en caso de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirme la pérdida del registro.
Este cambio en la trayectoria del PRD resalta la vulnerabilidad de los partidos políticos en el contexto electoral mexicano y la considerable influencia que tienen las regulaciones electorales en la configuración del panorama político del país.