Habitantes del Barrio Alto se alertaron por olores fétidos provenientes de una vivienda, lo que llevó al descubrimiento del fallecimiento de un vecino. Al entrar las autoridades, encontraron que los perros del fallecido habían comenzado a alimentarse de su cuerpo.
El reporte fue realizado por residentes de las calles Pípila y Francisco Javier Mina, de donde emanaban los olores putrefactos.
Al ingresar a la casa, elementos municipales descubrieron que los perros, mascotas del fallecido, se estaban alimentando del cadáver. Vecinos identificaron al fallecido como Santiago, de aproximadamente 70 años, quien era dueño de ocho perros mestizos y no había sido visto en unos dos días.
El cuerpo fue levantado por personal forense y los perros fueron asegurados por el personal de Bienestar Animal del municipio.