Gantz ha fijado el 8 de junio como fecha límite para la elaboración de un plan que aborde seis «objetivos estratégicos», entre los que se incluyen el fin del gobierno de Hamás en Gaza y la creación de una administración civil multinacional para el territorio.
«Si priorizan lo nacional sobre lo personal, encontrarán en nosotros socios en la lucha», declaró. «Pero si optan por el camino de los fanáticos y llevan a toda la nación al abismo, nos veremos obligados a renunciar al gobierno», añadió.
Netanyahu desestimó estas declaraciones como «palabras vacías» que resultarían en una «derrota para Israel».
El gabinete de guerra fue formado tras los ataques del 7 de octubre, en los que combatientes de Hamás y otros grupos militantes mataron a unas 1,200 personas y tomaron a 252 rehenes después de ingresar a Israel desde Gaza.
Las palabras de Gantz se producen pocos días después de que otro miembro del gabinete de guerra, el ministro de Defensa Yoav Gallant, instara a Netanyahu a declarar públicamente que Israel no tiene planes de asumir el control civil y militar de Gaza.
Gallant afirmó haber planteado este tema repetidamente durante meses sin recibir respuesta.
Este episodio revela una creciente división en el gabinete de guerra israelí y en el gobierno de Netanyahu.
Gantz y Gallant sostienen que mantener el control sobre Gaza aumentaría los riesgos de seguridad para Israel, mientras que otros, incluidos miembros de extrema derecha de la coalición de Netanyahu, creen necesario cierto control sobre Gaza para derrotar a Hamás.
En un discurso televisado el sábado, Gantz dijo a Netanyahu que «el pueblo de Israel lo está observando».
«Hay que elegir entre sionismo y cinismo, entre unidad y facciones, entre responsabilidad y anarquía, entre victoria y desastre», afirmó.
Entre los seis objetivos estratégicos establecidos, se incluyen el regreso de todos los rehenes israelíes y extranjeros que aún están en manos de Hamás en Gaza y el retorno de los civiles palestinos desplazados al norte de Gaza antes del 1 de septiembre.
También señaló que Israel debería continuar buscando la normalización de las relaciones con Arabia Saudita como parte de un «proceso integral para crear una alianza con el mundo libre y Occidente contra Irán y sus aliados».
En respuesta al discurso, Netanyahu afirmó que cumplir con las demandas de Gantz conduciría al «fin de la guerra y a una derrota para Israel, al abandono de la mayoría de los rehenes, a dejar intacto a Hamás y al establecimiento de un Estado palestino».
