El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, a respetar el resultado de las elecciones previstas para el domingo 28 de julio.
«Maduro debe aprender que, si ganas, te quedas; si pierdes, te vas», dijo este lunes Lula a varios medios, según la agencia de noticias Reuters.
«Me alarmaron los comentarios de Maduro sobre que Venezuela podría enfrentar un baño de sangre si pierde», añadió desde Brasilia, la capital del país sudamericano, en referencia a las declaraciones de la semana pasada realizadas por el presidente venezolano.
Maduro, en un acto de campaña en una zona popular de Caracas, advirtió que si no resulta vencedor en la contienda electoral, Venezuela «caería en una guerra civil».
“Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida (…), garanticemos la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, enfatizó.
Ante estas expresiones, Lula aseguró que se comunicó con su homólogo venezolano.
«Le dije a Maduro que la única posibilidad de que Venezuela vuelva a la normalidad es que haya un proceso electoral ampliamente respetado», comentó Lula. «Espero que esto ocurra por el bien de Venezuela y de América del Sur».
El mandatario brasileño informó que enviará a su asesor de política exterior, el excanciller Celso Amorim, para monitorear los comicios venezolanos y que la justicia electoral brasileña también enviará observadores.
«Si Maduro quiere contribuir al retorno del crecimiento en Venezuela, al regreso de la gente que se fue y a establecer un estado de crecimiento económico, debe respetar el proceso democrático», reiteró Lula.
El domingo, Maduro se enfrentará a Edmundo González, un exdiplomático de 74 años que se convirtió en el candidato de la oposición luego de que la dirigente María Corina Machado fuera inhabilitada tras ganar las primarias, al igual que Corina Yoris, designada como su sustituta.
Durante esta campaña, la dupla Machado-González recorre el país para reavivar la esperanza electoral opositora, apagada desde hace años.
Tras el triunfo en las elecciones parlamentarias de 2015, la oposición se enfrentó a numerosos obstáculos que descarrilaron su intento de convocar un referendo revocatorio contra Maduro.
Eso llevó a un período de intensas protestas en las calles y a una desmovilización para las presidenciales de 2018, en las que la oposición mayoritaria decidió no participar al considerar que no había garantías de unas elecciones libres y justas debido a la inhabilitación de partidos y líderes.
Todo esto ocurrió en medio de una crisis económica que se ha agravado con los años, exacerbada por las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos, y que ha provocado la migración de unos 7,7 millones de venezolanos, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.