Pavel Durov ha sido puesto en libertad bajo fianza tras pagar cinco millones de euros (US$5,56 millones). Como parte de las condiciones, debe presentarse ante la Policía dos veces por semana y no puede salir de Francia.
Los fiscales están investigando a Durov por presuntos delitos que incluyen:
- Complicidad en la administración de una plataforma en línea que facilita transacciones ilícitas para una organización criminal.
- Negativa a cooperar con las autoridades.
- Complicidad en la distribución organizada de material sexual infantil.
La apertura de una investigación formal en Francia no implica que Durov sea culpable ni garantiza que el caso llegue a juicio. Sin embargo, sugiere que los fiscales creen que hay pruebas suficientes para continuar con la investigación, que podría durar años antes de llegar a una resolución.
El arresto de Durov en París este fin de semana ha reavivado el debate sobre la responsabilidad penal de los proveedores de aplicaciones de mensajería, además de cuestionar los límites entre la libertad de expresión y la aplicación de la ley.
El caso también ha puesto en el foco la tensa relación entre los gobiernos y Telegram, que cuenta con casi mil millones de usuarios.
¿Quién es Pavel Durov?
Pavel Durov, de 39 años, es conocido como el «Mark Zuckerberg ruso» debido a su influencia en el mundo tecnológico. Fundó la red social VKontakte, la más grande de Rusia, a los 22 años, y posteriormente creó Telegram, una de las plataformas de comunicación más utilizadas en el mundo.
Con ambos proyectos, Durov se ha consolidado como uno de los empresarios tecnológicos más influyentes del mundo. Según Forbes, su fortuna personal alcanza los US$15.500 millones.
El fin de semana pasado, las autoridades francesas detuvieron a Durov poco después de que su avión privado aterrizara en el aeropuerto de Le Bourget, en París, acusándolo de no tomar medidas para detener el uso ilícito de Telegram.
La investigación
Las autoridades francesas emitieron una orden de arresto contra Durov en el marco de una investigación sobre acusaciones de fraude, tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero, promoción del terrorismo y abuso sexual de menores.
Según la policía francesa, Durov es cómplice de estos delitos por su negativa a moderar el contenido en su plataforma.
En un comunicado emitido el domingo, Telegram afirmó que cumple con las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales, y que la moderación de contenidos en la plataforma «está dentro de los estándares de la industria y se mejora continuamente».
“El CEO de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa», señala el comunicado. «Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos cometidos en ella. Esperamos una pronta resolución de esta situación”.
Su abogado, Dmitry Agranovsky, declaró a RIA Novosti que las acusaciones son comparables a culpar a un fabricante de automóviles por accidentes o delitos cometidos con sus vehículos.
Agranovsky calificó la detención de «absolutamente ridícula» y la consideró un ataque a la libertad de expresión.