La Corte Suprema de Estados Unidos ha decidido levantar la prohibición sobre las culatas, un accesorio de armas de fuego que fue utilizado en uno de los tiroteos masivos más mortales en la historia de Estados Unidos.
En una decisión anunciada el viernes, el tribunal determinó que el gobierno no tenía la autoridad para prohibir estos accesorios. La prohibición fue establecida por la administración Trump después de que las culatas fueran empleadas en el tiroteo que causó la muerte de casi 60 personas durante un concierto en Las Vegas en 2017.
La controversia llegó a la Corte Suprema después de que un propietario de una tienda de armas de Texas desafiara la prohibición, argumentando que el gobierno había extrapolado incorrectamente al categorizar las culatas como ametralladoras, las cuales son ilegales según las leyes federales. El tribunal, en una opinión mayoritaria escrita por el juez conservador Clarence Thomas, afirmó que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos había excedido su autoridad al imponer la prohibición.
Según la definición legal de ametralladoras citada por la Corte, los rifles equipados con culatas «no pueden disparar más de un tiro ‘con una sola función del gatillo’ y, aunque pudieran, no lo harían ‘automáticamente'». Por lo tanto, no cumplen con la definición federal de ametralladoras.
La decisión fue dividida, con tres de los nueve jueces, Ketanji Brown Jackson, Elena Kagan y Sonia Sotomayor, expresando su desacuerdo. La jueza Sotomayor lamentó que la decisión devolviera las culatas a manos civiles, comparándolas con ametralladoras según la apariencia y el funcionamiento.
Este caso atrajo la atención de la opinión pública y de los expertos legales debido a las sutiles diferencias técnicas entre las culatas y las ametralladoras, y resalta los debates en torno a la regulación de armas de fuego en Estados Unidos, particularmente en relación con la interpretación de la Ley de Armas de Fuego de 1986.
El uso de culatas permite que un rifle semiautomático dispare rápidamente varias rondas aprovechando el retroceso del arma, sustituyendo la culata tradicional que se sostiene contra el hombro. Esta modificación permitió al atacante en el trágico tiroteo de Las Vegas disparar cientos de balas por minuto, alcanzando una letalidad similar a la de muchas ametralladoras, resultando en la muerte de 60 personas y cientos de heridos durante un festival de música.
La decisión de la Corte Suprema refleja un punto crucial en el debate sobre la regulación de armas en Estados Unidos y sus implicaciones para la seguridad pública y los derechos individuales.