Se estima que Hamás sigue reteniendo a unos 110 rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre. Las autoridades israelíes calculan que aproximadamente un tercio de ellos ha fallecido.
Este martes, el Ejército israelí informó la recuperación de los cuerpos de seis rehenes secuestrados durante el ataque que desató la guerra en Gaza. Los cadáveres fueron identificados como Yagev Buchshtab, Alexander Dancyg, Avraham Munder, Yoram Metzger, Nadav Popplewell y Haim Perry, tras una operación nocturna en el sur de Gaza. No se ha revelado cuándo o cómo murieron.
La operación se llevó a cabo mientras Estados Unidos, Egipto y Catar intentan mediar un alto al fuego entre Israel y Hamás, con la esperanza de lograr la liberación de decenas de rehenes aún en manos del grupo militante.
El Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunció el lunes que Israel aceptó una «propuesta puente» para un acuerdo de paz impulsado por él, que incluye un alto al fuego y la liberación de los rehenes en Gaza. Sin embargo, Hamás aún no ha respondido a la propuesta.
De los aproximadamente 110 rehenes que permanecen en Gaza desde el ataque del 7 de octubre, se cree que unos 40 han muerto y sus cuerpos continúan en Gaza. Entre los cuerpos recuperados por Israel se encuentra el de Avraham Munder.
El kibutz Nir Oz informó que Munder fue asesinado durante su cautiverio en Gaza, donde soportó meses de tortura física y mental. El kibutz lo recuerda por su «voz clara, cálida sonrisa y amor sin límites por su familia y la comunidad».
Munder fue secuestrado el 7 de octubre cuando militantes asaltaron Nir Oz, llevándose a unos 80 de sus residentes a Gaza. Su esposa, hija y nieto también fueron tomados como rehenes, pero fueron liberados durante un breve alto al fuego en noviembre, a cambio de prisioneros palestinos en Israel. Su hijo murió el mismo día del ataque.
En total, Hamás mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, y secuestró a unos 250 rehenes llevándolos a Gaza. La ofensiva de represalia israelí en Gaza ha dejado más de 40.000 palestinos muertos, según las autoridades sanitarias locales.
