Israel ha lanzado una serie de ataques preventivos en el sur del Líbano para evitar un posible ataque a gran escala con cohetes y drones por parte de Hezbolá. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los aviones de combate destruyeron miles de lanzacohetes del grupo respaldado por Irán en la mañana del domingo. Hezbolá, junto con su aliado el movimiento Amal, reportó la muerte de tres combatientes.
A pesar de los ataques israelíes, Hezbolá afirmó haber lanzado 320 cohetes y drones contra Israel en respuesta al asesinato de un alto comandante del grupo. El ejército israelí confirmó la muerte de un soldado de la marina en el intercambio de fuego. Esta escalada sigue a 10 meses de hostilidades que han aumentado los temores de una guerra a gran escala.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza el 7 de octubre, los intercambios de disparos en la frontera entre Israel y el Líbano han sido casi diarios. Hezbolá ha declarado que actúa en apoyo a Hamás, que también cuenta con el respaldo de Irán. Ambos grupos están considerados como organizaciones terroristas por Israel, el Reino Unido y otros países.
El Ministerio de Salud del Líbano ha reportado más de 560 muertes, en su mayoría combatientes de Hezbolá, mientras que en Israel han fallecido 26 civiles y 23 soldados. La ONU indica que casi 200,000 personas han sido desplazadas en ambos lados de la frontera.
El ataque israelí del domingo, realizado alrededor de las 04:30 (01:30 GMT), fue el más significativo desde la guerra con Hezbolá en 2006. Las FDI informaron que unos 100 aviones de combate destruyeron lanzacohetes en más de 40 áreas del sur del Líbano. El portavoz de las FDI, contralmirante Daniel Hagari, señaló que los ataques se realizaron tras detectar una preparación extensa para un ataque aéreo por parte de Hezbolá.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano reportó ataques israelíes en diversas localidades, incluyendo el castillo de Beaufort y áreas cercanas a las ciudades de Ain Qana y Kfar Fila. Un residente describió la situación como un “apocalipsis”.
El ataque israelí también incluyó un asalto contra la aldea de Tiri, donde murieron dos personas. Hezbolá confirmó la muerte de dos combatientes en Haris, pero no proporcionó más detalles. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que el ataque preventivo tenía como objetivo eliminar la amenaza de un ataque a gran escala.
Hezbolá respondió afirmando haber atacado 11 instalaciones militares israelíes con más de 320 cohetes Katyusha, como represalia por el asesinato de Fuad Shukr. Las imágenes mostraron cómo el sistema de defensa aérea Iron Dome interceptó los cohetes entrantes. Más tarde, las FDI informaron sobre la muerte de un soldado de la Armada israelí en un incidente relacionado con un dron de Hezbolá y un interceptor Iron Dome.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, declaró que el grupo atacó una base de inteligencia israelí a unos 110 kilómetros dentro del territorio israelí y advirtió que responderá si los resultados no son satisfactorios. El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha pedido la detención de la “agresión israelí” y ha apoyado los esfuerzos internacionales para negociar un alto el fuego en Gaza.
Estados Unidos considera crucial un acuerdo para reducir las tensiones, ya que Hezbolá ha declarado que solo cesará las hostilidades una vez que terminen los combates en Gaza. El director del Mossad y el jefe del Shin Bet israelí llegaron a Egipto para participar en reuniones con el director de la CIA y el primer ministro de Qatar.
