Petróleos Mexicanos (Pemex) ha evaluado los posibles impactos financieros derivados de la transición energética en su reciente Informe de Riesgos Climáticos. La compañía ha concluido que esta transición probablemente resultará en implicaciones financieras significativas, principalmente debido al aumento esperado en la demanda de productos y combustibles con bajos niveles de carbono.
Según el informe, Pemex anticipa que enfrentará una reducción en la disponibilidad de capital para invertir en el sector petrolero, así como una mayor volatilidad en los precios del petróleo y el gas, además de la posible imposición de impuestos al carbono. Estos factores, según la empresa, podrían afectar tanto su capacidad de financiamiento como sus operaciones futuras.
El informe también destaca que, dentro de su Plan de Sostenibilidad, Pemex ha identificado el riesgo de transición como uno de los más críticos en términos de impacto crediticio y relevancia para sus partes interesadas. Además, se menciona que existen otros riesgos asociados, como posibles restricciones a la exploración y explotación de yacimientos, así como la gradual eliminación de subsidios a los hidrocarburos, que podrían tener un impacto financiero menor pero significativo.
En respuesta a estos desafíos, Pemex está considerando diversas estrategias para diversificar sus actividades y mitigar los riesgos relacionados con la transición energética. Entre estas estrategias se incluyen la exploración de oportunidades en soluciones basadas en la naturaleza, captura y almacenamiento de carbono, hidrógeno verde, generación de energía limpia y biocombustibles.
En resumen, Pemex está adoptando un enfoque proactivo para adaptarse a los cambios en el panorama energético global, buscando no solo mitigar los riesgos financieros identificados, sino también identificar nuevas oportunidades de negocio que puedan surgir en este nuevo contexto.