La seguridad de la mayor central nuclear de Europa, Zaporiyia, se está deteriorando, lo que podría desencadenar un desastre nuclear, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Esta planta, ubicada en el sureste de Ucrania, ha estado bajo control ruso desde poco después de la invasión a gran escala iniciada por Rusia en febrero de 2022. Recientemente, un ataque con drones alcanzó un camino de acceso utilizado por el personal cerca de la central.
El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, confirmó a la agencia rusa TASS que los expertos en el lugar fueron informados de la explosión y visitaron la zona inmediatamente.
Rusia culpó a Ucrania del ataque, afirmando que la carga explosiva fue arrojada cerca de la planta. Desde el inicio del conflicto, Zaporiyia ha sido blanco de repetidos ataques, con ambas partes acusándose mutuamente.
En julio, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución exigiendo la retirada inmediata del personal militar ruso de la planta y su devolución a Ucrania.
La situación en Zaporiyia ha generado preocupación sobre un posible desenlace fatal. Aunque la planta está inactiva, Rusia y Ucrania continúan acusándose mutuamente de intentar sabotear su funcionamiento y comprometer la seguridad nuclear.
En una declaración, Grossi expresó: «Una vez más, somos testigos de una escalada de peligros para la seguridad nuclear en la planta». Reiteró su preocupación y llamó a la máxima contención de todas las partes involucradas, así como al estricto cumplimiento de los cinco principios clave para la protección de la central.
El impacto del ataque ocurrió cerca de los estanques de aspersión de agua de refrigeración y a solo 100 metros de la línea eléctrica de Dniprovska, la única línea de 750 kilovoltios que aún suministra energía a la central, según el OIEA.
El equipo del OIEA que inspeccionó el lugar confirmó que los daños fueron causados por un dron con una carga explosiva. Aunque no se reportaron víctimas ni daños significativos en los equipos de la planta, la carretera que conecta las dos puertas principales de Zaporiyia resultó visiblemente afectada.
Esta situación de seguridad se desarrolla mientras Ucrania continúa su incursión en territorio ruso. Desde el 6 de agosto, las autoridades ucranianas afirman haber tomado el control de 82 asentamientos en una región de 1,150 kilómetros cuadrados en Kursk.
La agencia rusa RIA informó que Moscú está dispuesta a discutir el ataque en Zaporiyia con el OIEA, según Roman Ustinov, representante ruso en funciones en Viena.