Cientos de migrantes provenientes de una decena de países, convocados a través de redes sociales, iniciaron una caminata desde la frontera sur de México el domingo, con la intención de llegar a Estados Unidos. Esta decisión se produce en un contexto de campaña electoral en EE. UU., donde el republicano Donald Trump ha prometido deportaciones masivas si regresa a la presidencia.
Algunos de los migrantes esperan llegar al norte de México antes de las elecciones estadounidenses de noviembre, preocupados de que Trump cumpla su promesa de cerrar la frontera. “Es un momento crítico porque, según el último debate, hay riesgo de que nos bloqueen el permiso”, comentó Miguel Salazar, un salvadoreño de 37 años que dejó a su esposa e hijos en El Salvador. Salazar teme que la aplicación CBP One, impulsada por el gobierno de Joe Biden para solicitar asilo, pueda ser suspendida si Trump gana.
Oswaldo Reyna, un cubano de 55 años que partió de su país hace 45 días, cruzó el río Suchiate el domingo por la mañana, uniéndose al grupo de migrantes que se había estado organizando en redes sociales durante las últimas semanas. Reyna criticó a Trump por sus comentarios sobre los migrantes, calificándolos de criminales e invasores. “No somos delincuentes, somos personas que buscamos mejorar nuestras vidas porque estamos sufriendo severas necesidades en nuestros países”, afirmó Reyna.
El grupo, compuesto por varios cientos de migrantes que habían estado varados en un improvisado campamento junto al río, esperaba que al llegar a Tapachula, la principal ciudad en la frontera sur, se unieran más personas. No había activistas acompañando a los migrantes, que aguardaban ser trasladados a otras ciudades por el Instituto Nacional de Migración para tramitar sus solicitudes de asilo.
Las formaciones de grupos o caravanas de migrantes que se desplazan por el sur de México son comunes y suelen coincidir con momentos en que el tema migratorio está en el centro de la agenda regional. Las autoridades mexicanas suelen permitir que estos grupos avancen hasta que se disuelvan por falta de recursos o agotamiento, sin llegar al norte del país.