A pesar de su importancia para el turismo y el comercio, la carretera entre Ciudad Juárez y Chihuahua enfrenta graves problemas de mantenimiento que amenazan la seguridad de los usuarios y aumentan los tiempos de viaje.
La carretera que conecta Ciudad Juárez con Chihuahua, una de las principales arterias viales del norte de México, está experimentando un preocupante deterioro. Con una extensión de 351.5 kilómetros y un tiempo estimado de viaje de aproximadamente tres horas y 23 minutos, esta vía es vital para el transporte de mercancías y el desarrollo económico regional. Sin embargo, el aumento significativo en el número y tamaño de los baches ha generado serias dificultades para los conductores.
Un reciente informe de la Secretaría de Comunicación y Obras Públicas (SCOP) del Estado reveló que gran parte de la carretera federal 45, especialmente entre Ciudad Juárez y Ahumada, está en condiciones precarias. Este deterioro no solo afecta la seguridad de los viajeros, sino que también ha contribuido a un aumento en los accidentes viales, algunos con consecuencias fatales.
En el último año, se ha observado un incremento alarmante en la cantidad y tamaño de los baches, especialmente en los tramos más transitados. Según datos de la SCOP, 88 de los 100 kilómetros de la carretera federal 45 entre Ciudad Juárez y Ahumada presentan deformaciones y baches graves, mientras que los restantes 12 kilómetros muestran condiciones regulares. En dirección contraria, de Ahumada a Juárez, solo 21 de los 102 kilómetros están en condiciones óptimas, con el resto en estado regular o malo.
La falta de mantenimiento adecuado, agravada por una reducción significativa del presupuesto federal para carreteras en los últimos años, ha causado daños estructurales severos en la red vial estatal. Esta situación no solo dificulta la conducción diaria, sino que también genera costos adicionales para los conductores debido a daños en sus vehículos.
Los problemas en la carretera no han pasado desapercibidos en términos de accidentes. En los últimos meses se han reportado varios incidentes graves, incluyendo volcaduras y múltiples vehículos varados debido a los baches. Algunos de estos incidentes han resultado en lesiones y, trágicamente, en pérdidas humanas.
Ante esta situación, el Gobierno del Estado de Chihuahua ha solicitado una intervención urgente por parte del Gobierno federal para mejorar las condiciones de la carretera y garantizar la seguridad de los usuarios. Aunque se han implementado programas de bacheo emergente y se han destinado inversiones para la reparación de tramos específicos, se necesita un compromiso continuo y sostenido para abordar los desafíos de mantenimiento a largo plazo.
La carretera Chihuahua–Ciudad Juárez no solo es vital para la conectividad regional y el comercio, sino que también juega un papel crucial en la seguridad y el bienestar de quienes la utilizan a diario.