La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimitió después de semanas de intensas protestas antigubernamentales, poniendo fin a más de dos décadas en el poder. Hasina, de 76 años, abandonó el país y, según informes, llegó a India el lunes. En Bangladesh, la noticia provocó celebraciones en las calles, y algunos manifestantes entraron en el palacio del primer ministro, saqueando y destruyendo partes de la residencia.
El jefe del ejército, Waker-Uz-Zaman, anunció que se formará un gobierno interino y que se reunirá con el presidente Mohammed Shahabuddin para encontrar una solución antes de que termine el día. Zaman también aseguró que investigará todas las injusticias y asesinatos recientes.
Tras la renuncia de Hasina, el presidente Shahabuddin ordenó la liberación de la ex primera ministra y líder de la oposición, Khaleda Zia, que estaba encarcelada. En la capital, Daca, se produjeron ataques y incendios en edificios gubernamentales, y se intentó derribar una estatua del padre de Hasina, Sheikh Mujibur Rahman. La policía y el ejército fueron desplegados por toda la ciudad, y el servicio de telefonía móvil estuvo cortado temporalmente.
El economista Debapriya Bhattacharya destacó que, aunque la dimisión de Hasina fue celebrada por algunos, también se intensificaron los ataques contra la minoría hindú, lo que representa un desafío para las nuevas autoridades. Bhattacharya advirtió sobre el riesgo de que el vacío de poder afecte la protección de las minorías religiosas.
Los aliados de Hasina han señalado que no regresará a la política y su hijo, Sajeeb Wazed Joy, comentó que la ex primera ministra está «desilusionada» y su familia ha decidido alejarse de la política.
A lo largo de su mandato, Hasina fue criticada por desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y represión de opositores. Sin embargo, su hijo defendió sus logros, afirmando que transformó Bangladesh de un país pobre a uno en crecimiento.
Las protestas, que comenzaron por la cuestión de las cuotas en el empleo público, resultaron en la muerte de unas 300 personas. El Dr. Chietigj Bajpaee, de Chatham House, explicó que el descontento juvenil con el «gobierno de partido único» ha sido un factor clave en la crisis actual. Los manifestantes ahora exigen reformas democráticas, mejores empleos y mejoras en el sistema educativo.