En medio de críticas tras los resultados electorales del 2 de junio, el PAN realizó una sesión extraordinaria del Consejo Nacional, dando inicio a la cuenta regresiva para la renovación de su dirigencia. En esta sesión, el presidente del partido, Marko Cortés, asumió su responsabilidad en la derrota.
Durante su intervención ante los consejeros y consejeras, Cortés realizó una autocrítica, admitiendo errores por parte del partido. No obstante, también señaló que compitieron contra los siervos de la nación pagados por el gobierno, lo cual desvió el mensaje del PAN hacia los ciudadanos.
Hasta el momento, cuatro personas han manifestado su interés en ocupar la dirigencia del PAN. Entre ellas se encuentra la senadora Adriana Dávila, quien expresó la necesidad de una transformación profunda y sin simulaciones en el partido. También han mostrado su intención de participar el actual coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, cercano a Cortés Mendoza; el senador Damián Zepeda y Kenia López.
En este contexto, los panistas aprobaron por unanimidad la conformación de la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del CEN, encargada de establecer la ruta, fechas y convocatoria para la elección. Además, se aprobó la creación de la Comisión Especial de Análisis de los Resultados Electorales y Diagnósticos del PAN y del país, que será encabezada por Julio Castillo López, y tendrá como objetivo generar propuestas para implementar cambios concretos en el partido, así como en la conducción de grupos parlamentarios y gobiernos.
Uno de los temas rechazados por los panistas fue la propuesta de 253 mujeres militantes para aplicar el criterio de alternancia de género, con el fin de garantizar que una mujer sea la próxima presidenta del PAN.