El Plan Estatal de Seguridad 2021-2027 identifica al Cártel de Sinaloa como la organización criminal más poderosa en el estado, con una fuerte presencia tanto nacional como internacional. Sin embargo, actualmente enfrenta una fractura interna debido a conflictos entre sus aliados, quienes compiten por territorios, influencias y mercados.
Según la Drug Enforcement Administration (DEA), el Cártel de Sinaloa es responsable de una parte significativa del tráfico de drogas en Estados Unidos, manejando grandes cantidades de marihuana, cocaína, metanfetamina y heroína. Su influencia se extiende a lo largo de la costa del Pacífico y en varios puntos fronterizos, como Ciudad Juárez y Tijuana. Esta información proviene del documento que guía la estrategia de seguridad del Gobierno Estatal.
El Plan Estatal de Seguridad Ciudadana y Procuración de Justicia, publicado en mayo de 2022, tiene como objetivo implementar políticas públicas eficaces para reducir delitos de alto impacto y desarticular grupos violentos en el estado. Busca establecer una cultura de paz y orden para fomentar el desarrollo integral de la sociedad.
El diagnóstico del plan señala que las autoridades de seguridad pública y justicia en el estado han sido superadas por un aumento en la violencia y actividades antisociales, especialmente en el norte del estado y la Sierra Tarahumara. Esto ha llevado a una percepción negativa sobre la eficiencia y confiabilidad de las instituciones en Chihuahua.
El plan también destaca que la violencia y delincuencia han alcanzado niveles sin precedentes, con un aumento en homicidios y delitos sexuales. Los factores principales incluyen el narcotráfico y la producción de drogas como marihuana, cocaína, metanfetaminas y fentanilo. Chihuahua es una de las principales productoras de marihuana y amapola en México, especialmente en las regiones occidente y sur, parte del conocido «Triángulo Dorado» junto con Durango y Sinaloa.
El diagnóstico menciona que la debilidad histórica de las instituciones de seguridad pública, junto con la infiltración y corrupción, contribuyen a altos niveles de impunidad y desconfianza en las autoridades.
En cuanto a la configuración del crimen organizado en Chihuahua, el plan identifica al menos siete grupos criminales organizados y varias células a su servicio. El Cártel de Sinaloa, también conocido como la Federación, es uno de los pocos grupos con presencia nacional e internacional en la región.
El principal rival del Cártel de Sinaloa en Chihuahua es el Cártel de Juárez, que obtiene ingresos significativos del tráfico de drogas, armas y migrantes debido a su control en los estados fronterizos. Ambos cárteles se han fragmentado debido a conflictos internos, lo que ha resultado en la formación de al menos cinco grupos delictivos en disputa por territorios y mercados.
La violencia asociada con el narcotráfico es una de las principales causas de conflicto en el estado, especialmente en Ciudad Juárez, donde se concentran el 82.5% de las investigaciones por delitos contra la salud.
Informes recientes sugieren que las luchas internas dentro del Cártel de Sinaloa han escalado, especialmente con la captura de Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín «El Chapito» Guzmán López. El cártel mantiene una presencia significativa en unos 32 municipios de Chihuahua, involucrado en delitos que van desde tráfico de personas hasta tala ilegal y venta de drogas.
La fragmentación del cártel podría intensificarse con la captura de «El Mayo», especialmente en áreas críticas como el Valle de Juárez y el Triángulo Dorado. Los informes federales ubican a Zambada García, los hijos de «El Chapo» y otros miembros de la familia Guzmán como líderes clave en la organización.
La fragmentación interna del cártel no ha impedido su expansión, especialmente en el Triángulo Dorado y otras áreas urbanas. Esta expansión ha continuado desde que comenzó sus actividades criminales en los años setenta, aliándose con «El Chapo» hasta su reciente captura y extradición a Estados Unidos.