Ghana se enfrenta a un período de planificación para gestionar tres semanas de racionamiento eléctrico

Se prevé que los cortes de energía continúen durante al menos otras tres semanas en varias partes de Ghana debido a la escasez de suministros provenientes de Nigeria. Según un comunicado de la empresa eléctrica estatal, los cortes son resultado de un cierre temporal por trabajos de mantenimiento en un proveedor de gas nigeriano no especificado.

Este problema no es nuevo para los ghaneses, quienes han sufrido cortes regulares de energía durante años, conocidos localmente como «dumsor», que significa «encendido y apagado» en el idioma akan. La demanda de energía ha aumentado constantemente en las últimas dos décadas debido a la rápida urbanización y el crecimiento demográfico en el país.

Para abordar el déficit energético, el gobierno de Ghana necesitará invertir alrededor de 400 millones de dólares en la compra de gas y combustible líquido para las centrales eléctricas. Parte de este problema se atribuye a una deuda significativa que la Compañía de Electricidad de Ghana tiene con productores privados de energía, incluidos proveedores de Nigeria, que asciende a aproximadamente 1.200 millones de dólares.

Recientemente, la ira pública ha aumentado debido a los cortes de energía, lo que ha llevado a la empresa eléctrica estatal a garantizar que están colaborando con otras partes para minimizar el impacto en los consumidores. En un intento por manejar la situación de manera eficiente, se implementará una reducción de carga para distribuir los suministros disponibles.

La dependencia de Ghana del gas como fuente principal de energía ha exacerbado la situación, agravada por el mantenimiento deficiente de las fuentes hidroeléctricas y térmicas del país. La reciente decisión del presidente Nana Akufo-Addo de suspender las exportaciones de electricidad a países vecinos debido a problemas de suministro subraya la gravedad de la crisis energética que enfrenta el país.

En resumen, Ghana continúa lidiando con una crisis energética persistente que amenaza no solo la estabilidad económica, sino también el bienestar diario de sus ciudadanos.