Aumenta la presión sobre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para permitir que Ucrania utilice armas suministradas por Occidente en ataques contra territorio ruso. Esta semana, varios aliados estadounidenses expresaron su apertura a esta posibilidad tras meses de preocupación por una posible escalada del conflicto.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió sobre «graves consecuencias» para los «países pequeños» de Europa. El miércoles, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, afirmó que la postura de Washington se «adaptará y ajustará» según las condiciones cambiantes en el campo de batalla. Blinken se encuentra actualmente en Praga para una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN. Por su parte, John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, señaló que, aunque el apoyo de EE.UU. a Kiev ha evolucionado, «en este momento no hay cambios en nuestra política».
Ucrania sigue luchando contra una ofensiva rusa en el este del país, mientras que la ciudad de Kharkiv ha sufrido semanas de ataques mortales lanzados desde puestos militares rusos cerca de la frontera.
La declaración de Blinken se produjo tras comentarios del presidente francés, Emmanuel Macron, quien sugirió que Ucrania debería poder usar armas suministradas por Occidente contra sitios militares en territorio ruso, pero no contra objetivos civiles. Macron ha defendido una intervención más directa en la guerra de Ucrania, y otros líderes occidentales parecen estar suavizando su postura al respecto.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha sido cauteloso en público, pero un portavoz en Berlín afirmó que «la acción defensiva no se limita al propio territorio, sino que también incluye el territorio del agresor». La semana pasada, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que Occidente debería permitir a Ucrania atacar bases militares en Rusia como parte de su derecho a la autodefensa.
El Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Lord Cameron, indicó que corresponde a Ucrania decidir cómo utilizar las armas británicas, mientras que el Viceministro de Defensa polaco mencionó que los ucranianos pueden utilizar armas polacas «como mejor les parezca».
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha manifestado que es «injusto» que los países occidentales impongan límites al uso de sus armas, aunque reconoció la importancia de no poner en riesgo el apoyo de sus aliados.