Andrés Manuel López Beltrán, conocido por su discreta labor como operador político de su padre, Andrés Manuel López Obrador, y del movimiento Morena, está decidido a salir a la luz pública y aspirar a un puesto dentro del partido una vez que su padre concluya su mandato el 1 de octubre.
Con 38 años de edad, López Beltrán se hizo más visible en diciembre de 2013, cuando lideró las protestas contra la reforma energética de Enrique Peña Nieto frente al Senado, mientras su padre se recuperaba de un infarto. En ese momento, admitió que no disfrutaba estar frente a las cámaras.
El segundo hijo de López Obrador y Rocío Beltrán ha sido un estratega clave en Morena desde sus inicios como una asociación civil. Según Héctor Díaz-Polanco, ex presidente de la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena, López Beltrán jugó un papel crucial en la formación del partido y la organización de sus asambleas.
A pesar de su perfil bajo, ha sido una de las voces más influyentes del movimiento de la Cuarta Transformación durante este sexenio. Nacido el 30 de noviembre de 1986, estudió Ciencias Políticas en la UNAM y ha trabajado en las campañas presidenciales de su padre en 2012 y 2018. También ha sido un importante operador del Movimiento Regeneración Nacional en Tabasco y la Ciudad de México.
Ahora, López Beltrán se perfila como el próximo secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena. Emmanuel Reyes, miembro de la Comisión de Elecciones del partido, destaca que este cargo es vital para la organización territorial de la 4T, con la tarea de fortalecer las estructuras en los 300 distritos electorales del país.
Según Díaz-Polanco, si López Beltrán asume este puesto, sería ideal que mantuviera su estilo discreto, ya que su falta de interés en el protagonismo mediático ha sido una virtud que podría beneficiarlo en la dirección del partido.
En cuanto a su faceta empresarial, Andrés Manuel López Beltrán y sus hermanos fundaron la chocolatería Finca Rocío al inicio del actual sexenio, un emprendimiento que ha consolidado su presencia en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Finalmente, su nombre ha sido considerado en otros roles políticos. El año pasado, Marcelo Ebrard propuso su liderazgo en la Secretaría de la Cuarta Transformación, lo que demostró el reconocimiento de su capacidad para ocupar puestos de alta responsabilidad en el partido.