Al menos siete personas han fallecido y más de una docena resultaron heridas en un ataque con misiles rusos contra Járkov, en el noreste de Ucrania, según informó el jefe regional.
Oleg Sinegubov, gobernador de la región, comunicó que otras dos personas continúan desaparecidas tras el ataque, en el que las fuerzas rusas lanzaron al menos 15 misiles contra la segunda ciudad más grande de Ucrania. Además, Sinegubov aconsejó a la población de la ciudad que permaneciera en refugios.
La compañía ferroviaria estatal de Ucrania informó que varias de sus instalaciones fueron dañadas en el ataque y que varios de sus empleados resultaron heridos.
A principios de este mes, las fuerzas rusas iniciaron una renovada ofensiva en la región, intentando romper la debilitada línea del frente ucraniana. El miércoles, Sinegubov informó que los combates continuaban cerca de las ciudades de Pletenivka y Vovchansk, aunque aseguró que las fuerzas ucranianas mantenían el control.
En un post en X, Sinegubov declaró: «Esta debilidad no es nuestra, sino del mundo, que no se ha atrevido a tratar con los terroristas como merecen desde hace tres años».
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, afirmó que los ataques a Járkov demuestran que Rusia está aprovechando la falta de defensas aéreas de Ucrania. Los suministros de sistemas de misiles tierra-aire fabricados en Estados Unidos se retrasaron debido a disputas en el Congreso sobre un paquete de ayuda multimillonario para Ucrania que se aprobó apenas el mes pasado.
Zelensky ha pedido repetidamente a sus aliados más misiles de defensa aérea y aviones de combate modernos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los combates en la región han desplazado a unas 14.000 personas, mientras que las aproximadamente 189.000 personas que permanecen cerca de la frontera con Rusia enfrentan «riesgos significativos debido a los combates en curso», según Jarno Habicht de la OMS.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirma que no tiene la intención de capturar Járkov, sino que el objetivo es crear una «zona de seguridad» para la región fronteriza de Rusia. Ucrania, por su parte, ha lanzado sus propios ataques contra territorio ruso. La ciudad de Belgorod, situada a solo 12 kilómetros de la frontera con Ucrania, ha sido atacada varias veces, incluso a principios de esta semana, cuando una mujer falleciió y otras tres personas resultaron heridas en un ataque con drones contra un automóvil en movimiento.
Zelensky advirtió la semana pasada que la ofensiva terrestre rusa podría ser solo una «primera ola».
