Rusia y Ucrania llevaron a cabo un intercambio de 230 prisioneros de guerra el sábado, pocas semanas después de que Ucrania lanzara una ofensiva en la región rusa de Kursk. Según medios estatales rusos, los soldados rusos liberados habían sido capturados durante el ataque en Kursk. El Ministerio de Defensa de Rusia informó que 115 de sus soldados fueron repatriados desde «territorios controlados por el régimen de Kiev». Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, confirmó que 115 soldados ucranianos regresaron a su país.
Este es el primer intercambio de prisioneros desde que Ucrania inició su incursión en territorio ruso el 6 de agosto. Kiev declaró que uno de los principales objetivos de la ofensiva en Kursk era capturar soldados rusos para facilitar futuros intercambios de prisioneros. Ucrania asegura haber ganado el control de más de 1.000 kilómetros cuadrados en la región de Kursk.
Los Emiratos Árabes Unidos actuaron como mediadores en el intercambio. Además, Ucrania informó de un ataque contra un depósito de municiones ruso en la región de Voronezh, mientras que cinco personas murieron en la ciudad ucraniana de Kostyantynivka como resultado de un ataque ruso.
Zelensky informó que los soldados ucranianos repatriados pertenecen a la Guardia Nacional, las Fuerzas Armadas, la Armada y la Guardia Fronteriza. “No olvidamos a ninguno de ellos. Estamos trabajando incansablemente para traerlos de vuelta”, afirmó el presidente.
Zelensky agradeció a los Emiratos Árabes Unidos por su papel en la mediación y señaló que la operación en Kursk también tenía otros objetivos estratégicos, los cuales no podía revelar. Añadió que el ataque fue una acción preventiva destinada a disuadir posibles ataques rusos hacia la ciudad de Sumy. Finalmente, reiteró que Ucrania continuará trabajando para poner fin a la guerra a través de la diplomacia, con el objetivo de presionar al presidente ruso, Vladimir Putin, para buscar una resolución pacífica.