El asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque atribuido a Israel, ha provocado indignación en los líderes de Medio Oriente y ha llevado al grupo islamista a advertir sobre «consecuencias importantes en toda la región», especialmente porque el ataque ocurrió en territorio iraní.
El líder supremo de Irán, Alí Jameneí, ha prometido venganza, al igual que el presidente iraní, Masud Pezeshkian, quien afirmó que la república islámica «defenderá su integridad territorial y hará que los terroristas invasores se arrepientan».
La muerte de Haniyeh, quien era visto como la cara moderada de Hamás y el principal mediador en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, deja a los islamistas bajo el liderazgo más extremista de Yahya Sinwar. Las condenas por su muerte han llegado desde Irak, Jordania, Siria, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina.
Irán ha pedido a la comunidad internacional que tome medidas políticas, legales y punitivas contra Israel. Mientras tanto, en Gaza, la muerte de Haniyeh ha generado preocupación sobre el futuro de la región bajo el liderazgo de Sinwar, considerado responsable de los ataques del 7 de octubre.
Desde 2017, Haniyeh era el presidente del buró político de Hamás y se había mudado a Catar en 2019 para liderar y representar al grupo en el ámbito internacional.