Menos de cien de las mil 600 personas que llegaron recientemente al campamento migrante en el Bulevar Juan Pablo II, en el sur de la ciudad capital, permanecen en el lugar. A pesar de esto, según informaron los empleados de negocios cercanos, el flujo de migrantes sigue constante, con nuevas llegadas cada día. En este momento, se espera la llegada de cientos más que han partido en caravana hacia la frontera.
Ayer se reportó una riña con armas blancas, lo que provocó que la mayoría de las personas se alejaran del campamento. El calor intenso de la tarde también llevó a muchos a buscar refugio en otros lugares.
Los migrantes han estado en el área desde hace más de siete meses o desde principios de 2024. Las casas de campaña que habían instalado en la calle ya no están visibles; solo quedan algunas grandes estructuras en terrenos privados donde algunos migrantes siguen viviendo.
A pesar de los esfuerzos, los problemas persisten. La falta de agua potable sigue siendo una gran preocupación, especialmente con el calor actual. Los migrantes han solicitado apoyo de las autoridades para establecer un depósito de agua potable accesible.
Actualmente, una gran caravana migrante se dirige hacia la frontera norte, con la esperanza de llegar al estado de Chihuahua. Los migrantes en el campamento están preocupados por la llegada de esta nueva caravana, especialmente porque se están deteniendo en Gómez Palacio. Muchos creen que, a pesar de los controles, una gran parte de los migrantes finalmente llegará a su destino. «No sabemos qué pasará con la caravana que viene de Ciudad de México. Hablan de más de dos mil personas, y es difícil que cien funcionarios de migración puedan controlar a tres o cuatro mil personas. Aunque sea la mitad, se les va a colar», comentaron los migrantes en el campamento.