Nicolás Maduro, quien comenzó su carrera política bajo la sombra de Hugo Chávez, asumió el liderazgo de Venezuela en 2013 y ha gobernado con firmeza durante más de una década. Este domingo, su mandato se someterá a una prueba crucial en las elecciones, donde busca la reelección para un tercer período de seis años.
Maduro, que se presenta como la «única garantía de estabilidad y paz para Venezuela», ha prometido siete transformaciones que incluyen un nuevo modelo económico. Sin embargo, esta vez enfrenta un desafío significativo de la oposición, que, según expertos, tiene oportunidades reales de ganar.
Durante sus once años en el poder, Maduro ha superado insurrecciones, protestas y sanciones internacionales, manteniendo el control del país a pesar de una economía en crisis y una industria petrolera en declive. Aunque el oficialismo domina los poderes públicos y cuenta con el respaldo militar, los analistas coinciden en que la situación actual podría complicar su reelección.
Maduro asumió el liderazgo tras la muerte de Chávez en 2013, en un momento de gran incertidumbre. Pese a las dudas sobre su capacidad, ganó las elecciones de ese año por un estrecho margen. Enfrentó numerosas crisis, incluyendo protestas violentas y una grave recesión económica que ha causado desabastecimiento y una migración masiva.
En 2018, en medio de críticas internacionales y boicots opositores, Maduro fue reelegido en una elección cuestionada. Desde entonces, ha lidiado con un aislamiento internacional y la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino en 2019, respaldado por varios países y sanciones de Estados Unidos.
Maduro ha prometido cambios significativos y presenta su candidatura como una garantía de estabilidad, pero las dificultades económicas y el descontento social representan desafíos importantes para su reelección.