El consumo de nitazenos, un grupo de opioides sintéticos potencialmente más poderosos que el fentanilo, está en aumento en Europa y América del Norte, según alertó recientemente la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Estos opiáceos sintéticos han sido detectados en varios países como Estados Unidos, Canadá, Eslovenia, Bélgica, Estonia, Letonia, Reino Unido e Irlanda, según el último Informe Mundial sobre Drogas de la ONUDD. Además, se ha observado un aumento alarmante en el número de muertes por sobredosis relacionadas con los nitazenos.
Los nitazenos son considerablemente más potentes que la heroína y han generado advertencias urgentes de organismos de salud pública en todo el mundo. Este incremento en su uso coincide con la reducción drástica en la producción de opio en Afganistán, causada por la prohibición del cultivo de amapola en 2023.
La introducción clandestina de nitazenos en el Reino Unido, descubierta por una investigación de la BBC, ha mostrado métodos ingeniosos como ocultar estas drogas en alimentos para perros y suministros de catering, comercializándolos a través de redes sociales.
Comparado con el fentanilo, otro opioide sintético conocido por ser 50 veces más potente que la heroína y responsable de una epidemia de muertes por sobredosis en Estados Unidos en 2022, los nitazenos representan una nueva preocupación global. A pesar de que las cifras de muertes por fentanilo pueden estar disminuyendo, los fentanilos ilícitos continúan siendo responsables de un número significativo de fatalidades por sobredosis.
El informe de la ONUDD también revela un aumento del 20% en el consumo global de drogas durante la última década, alcanzando los 292 millones de usuarios en 2022. El cannabis sigue siendo la droga más consumida, seguida por los opioides, anfetaminas, cocaína y éxtasis.
Los nitazenos, desarrollados inicialmente en la década de 1950 como analgésicos pero nunca aprobados para uso médico debido a su potencia y capacidad adictiva, se consumen principalmente por vía intravenosa, inhalación o ingestión. La combinación con otras drogas y alcohol aumenta significativamente el riesgo de sobredosis y muerte, haciendo que su uso sea extremadamente peligroso.