Entre 2012 y 2023, México ha experimentado cambios significativos en sus patrones de exportación hacia distintas regiones del mundo. Mientras las exportaciones hacia el cono sur de Sudamérica han disminuido drásticamente en un 39.4%, las dirigidas hacia Asia han aumentado notablemente un 66.4%, y las destinadas a Estados Unidos han crecido un 70.2%.
Esta tendencia refleja un descuido en las relaciones comerciales con Sudamérica por parte de México, contrastando con un refuerzo en las conexiones comerciales con Estados Unidos y naciones asiáticas como China. Según datos del Banco de México (Banxico), Sudamérica ha caído del tercer al cuarto lugar en relevancia para las importaciones mexicanas, siendo superada ahora por Asia. Esta disminución continúa, como lo demuestran las cifras que muestran una contracción del 0.37% en las exportaciones hacia América del Sur solo en los primeros cuatro meses del año.
Ramón Padilla de la Cepal señala que América Latina es una de las regiones menos integradas económicamente a nivel global, con un bajo nivel de comercio interno comparado con otras áreas como la Unión Europea, Asia o América del Norte.
Rafael Nava del Comce explica que esta situación se debe a varios factores, incluyendo la prioridad dada por México al T-MEC y a Asia durante la recuperación post-pandemia. Destaca la complejidad logística y la necesidad de recursos humanos y financieros para reforzar las cadenas de suministro afectadas por la pandemia.
En contraste, las exportaciones hacia Asia han florecido, impulsadas por iniciativas de relocalización de plantas e inversiones, conocidas como nearshoring. China ha sido especialmente activa en este aumento, con un incremento del comercio bilateral significativo.
A pesar de los desafíos, Nava enfatiza que hay un enorme potencial de crecimiento comercial con América del Sur, con espacio para duplicar o triplicar las exportaciones en el futuro. Sin embargo, conflictos políticos recientes, como el incidente en la Embajada mexicana en Ecuador y roces diplomáticos con Perú y Argentina, podrían plantear obstáculos adicionales.
En resumen, aunque México ha fortalecido sus lazos comerciales con otras regiones del mundo, como Estados Unidos y Asia, el descuido hacia Sudamérica podría impactar negativamente en su integración económica y comercial a largo plazo.
