El reformista Masoud Pezeshkian ha sido elegido como el nuevo presidente de Irán, superando a su rival conservador de línea dura, Saíd Yalilí, en las elecciones presidenciales. Pezeshkian, de 70 años, ganó con el 53,3% de los votos frente al 44,3% de Yalilí, según los resultados oficiales de la segunda vuelta, que se convocó tras el trágico fallecimiento del presidente anterior, Ebrahim Raisi.
En su primera declaración tras la victoria, Pezeshkian escribió en su cuenta de redes sociales (similar a Twitter): «Las elecciones han concluido y esto marca solo el inicio de nuestra colaboración. El camino por delante será difícil, pero con su compañía, empatía y confianza, les extiendo mi mano y les aseguro que no los dejaré solos.»
Pezeshkian, reconocido cirujano cardíaco y parlamentario, ha prometido poner fin al «aislamiento» de Irán y buscará negociaciones constructivas con potencias occidentales sobre el acuerdo nuclear de 2015. Aunque se identifica como principista, mostrando su apego al líder supremo, Ayatolá Alí Jamenei, también aboga por reformas dentro del marco de la República Islámica.
Con experiencia previa como ministro de Salud y vicepresidente del Parlamento, Pezeshkian es un veterano de la política iraní. Su victoria ha sido celebrada en varias ciudades del país, especialmente entre los jóvenes y la clase media que anhelan cambios estructurales y una mayor apertura internacional.