El ejército israelí ha tomado el control del lado palestino del cruce de Rafah entre la Franja de Gaza y Egipto. Esta operación se produce después de semanas en las que funcionarios israelíes afirmaron que era necesaria una ofensiva en Rafah para lograr su objetivo de derrotar a Hamás. Sin embargo, Estados Unidos, las Naciones Unidas y otros advirtieron que lanzar una ofensiva en un área abarrotada de civiles palestinos podría crear un desastre humanitario.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, expresó su preocupación por las posibles víctimas civiles y señaló que no hay zonas seguras en Gaza. China también instó a Israel a evitar un desastre humanitario más grave en la Franja de Gaza.
La ONU alertó que los dos principales puntos de entrada de ayuda humanitaria, el paso de Rafah y el de Kerem Shalom, están cerrados en estos momentos. Israel ha cerrado estos cruces, cortando el acceso a las dos rutas principales utilizadas para llevar ayuda humanitaria a Gaza.
A pesar de los esfuerzos para asegurar un alto el fuego, las negociaciones continúan siendo complicadas. Hamás anunció que había aceptado una propuesta de alto al fuego elaborada con los negociadores egipcios y qataríes, pero Israel considera que esta propuesta no satisface sus demandas esenciales.
El Departamento de Estado de EEUU y la Casa Blanca están revisando la respuesta de Hamás. Aunque las negociaciones siguen en curso, parece poco probable que afecten los planes de Israel de entrar en Rafah. El gabinete de guerra israelí ha decidido continuar la operación en Rafah para ejercer presión militar sobre Hamás y avanzar en la liberación de rehenes y otros objetivos de la guerra.
EEUU instó a todas las partes a llegar a un acuerdo para un cese temporal de los combates y la liberación de los rehenes que aún están en poder de Hamás en Gaza. El presidente Joe Biden también ha estado involucrado en las conversaciones para buscar una solución que beneficie tanto a los rehenes como al pueblo palestino
