Manifestantes anti-impuestos dominaron a la policía e invadieron el parlamento de Kenia el martes, dejando a los parlamentarios tambaleándose. Sin embargo, dos legisladores discapacitados, la diputada Rose Museo y el diputado Jackson Kosgei, encontraron protección inesperada entre los invasores durante el asalto.
«Estaba muy asustada y rezaba mientras unos 22 jóvenes manifestantes me rodeaban», dijo Museo a la BBC. Tanto ella como Kosgei, quien usa silla de ruedas debido a la polio, quedaron varados mientras sus colegas escapaban a través de un túnel subterráneo.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, protestaban pacíficamente contra un polémico proyecto de ley de finanzas que aumentaría los impuestos. Sin embargo, la aprobación del proyecto desató tensiones y violencia cuando la policía disparó contra la multitud concentrada frente al parlamento, provocando la ira de los manifestantes.
Dentro del parlamento, los manifestantes causaron daños significativos, incendiando parte del edificio y saqueando objetos simbólicos. A pesar de su posición opuesta al proyecto de ley, los manifestantes no dañaron a los parlamentarios discapacitados, sino que los ayudaron a encontrar seguridad y los escoltaron fuera del edificio.
Los eventos traumáticos llevaron al presidente a retirar la legislación impopular y comprometerse a dialogar con la juventud keniana, aunque inicialmente había condenado la invasión como un acto «traidor». Para Museo, este incidente subraya la necesidad de mejorar la seguridad y accesibilidad para los parlamentarios discapacitados, mientras insta a un diálogo serio para abordar las preocupaciones del pueblo.
La situación continúa siendo fluida, con llamados tanto a la calma como a la acción entre los manifestantes, destacando la complejidad política y social en Kenia en torno a las reformas financieras y la participación cívica.
